Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Sobre el mar o por el aire, los seres vivos se mueven, y con ellos se dispersan las semillas. De aquello que se queda, lo que viaja o eso nuevo que surge en su destino es de lo que hablan estos poemas. Ya sea desde un barco que transporta fantasías, en la correspondencia de dos amigos que describen sus paisajes, su añoranza, hasta la fronda de un limonero que alberga una familia, la búsqueda del hogar y la evocación de las raíces se exploran con una musicalidad prodigiosa, que emana una explosión de imágenes, colores y personajes fascinantes.