Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Un publicista solterón y gordo se retira por problemas de salud a un pueblo de provincia, donde decide escribir su tercera novela. Para su sorpresa, aparecen en ella personajes que no le simpatizan, pero a los que tampoco puede evitar porque remiten a recuerdos, fantasías y miedos propios. Sus consideraciones sobre esta inesperada intromisión y otros asuntos se dan cuando se sumerge en la poza de un río o mientras hojea las páginas de un periódico que informa de la violenta situación de México en las primeras décadas del siglo XXI. Y la comparación entre esos personajes a quienes conoce en su nuevo lugar de residencia lo lleva a ponderar las afinidades entre pasado y presente, imaginación y recuerdo, arte y realidad.