Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Flaperas y filósofos está compuesto de historias simples que nos hablan de grandes temas como la juventud, las promesas, las relaciones interpersonales, la ambición y la desesperación, pero también de los pequeños detalles cotidianos como un corte de pelo fallido o un juego de seducción. Francis Scott Fitzgerald transitaba los 25 años cuando escribió estos cuentos, que se publicaron por primera vez en 1921. Llevaba a cuestas un libro rechazado pero también una carta, del mismo editor, que lo alentaba a seguir escribiendo. Este libro es, quizás, una gran puerta de entrada a su literatura.