Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Entrecruzamientos es un libro de importancia para entender los modos en que las luchas por el poder político, los intereses financieros, las inercias y rupturas sociales del país, así como coyunturas históricas derivadas de todo esto, como la derrota del vasconcelismo, la llegada del exilio republicano español o el teatro de revista de la Ciudad de México en la primera mitad del siglo, fueron dando forma al cine. De la misma manera, y como el título apunta, los temas estudiados en los diferentes ensayos dan cuenta de la influencia que tuvo el cine en la realidad social del país. Entre otras cosas, nos permiten ver las maneras en las que el poder político en México controló, subyugó y terminó por eliminar aquellas acciones y posiciones que se salían, no tanto de los valores establecidos, sino de los cauces en los que estos valores eran, han sido y quizás sigan siendo impuestos en la sociedad. De manera sutil, el libro va plantando picas cinematográficas e individuales en la manera en que el discurso del poder y el de su crítica se enfrentaron durante el siglo xx, en los resultados que ese enfrentamiento tuvo y, quizás esto es lo más importante, en el rescate de esas vivencias y voces vivas que intentaron hacer algo y que el caudal ruidoso del discurso del poder en México silenció, olvidó o cercenó. Pedro Serrano