El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Quien conoce la calle Ámsterdam de la colonia Condesa, en la ciudad de México sabe que ésta no tiene fin por terminar donde empieza, es elíptica, y probablemente no hay visitante que no haya sido engañado alguna vez por su geometría. Se trata de un emplazamiento burlón de la urbe, metafórico de uno mismo e incluso de la propia Historia, recurrentemente cíclica. Ámsterdam es un eterno retorno y Galo, personaje central de esta obra, lo descubre al tiempo que es testigo de los cambios y personajes que habitan en ella desde su nacimiento. Refugiados españoles, sobrevivientes judíos, exiliados latinoamericanos y mexicanos variopintos entran a un juego histórico que refleja al mundo y a una colonia. Galo, con su sabia ingenuidad, vive en una inevitable elipsis de la cual no puede salirse.