En 1797 aaprecio en Holanda La nueva Justine o las desgracias de la virtud, seguida de la historia de Juliette, su hermana, Escrita por Donatien Alphonse Frocoise de Sade, esta monumental obra horrorizo al mundo como ninguna otra historia de la literatrura.
María Sabina es un libro de arte que se compone de tres partes: la serie fotográfica que realizó durante su estancia de diez días en casa de la curandera en 1982; un testimonio en el que narra su experiencia con los enteógenos conocidos como niños santos, y una selección de fotografías de dicha serie intervenidas por el artista que transmiten aspectos de una experiencia difícilmente comunicable con palabras. Estas últimas funcionan como un puente entre narración e imagen. En este recuento de primera mano, las ricas imágenes del fotógrafo italiano ayudan a llenar espacios vacíos en el mito de la sabia anciana. Los guiños de intimidad y cercanía que transmiten algunas de las fotografías contrastan con aquellas otras que participan y se rinden totalmente ante el mito sobrehumano de la cabalgadora de truenos que tuteaba a Benito Juárez. Esa duplicidad, la de la mujer que encarna el poder de la trascendencia de la comunión con la naturaleza y cuyo rostro se volvió la marca misma del misticismo indígena y que es al mismo tiempo una abuela más, cansada y amorosa, se ve reflejada en las poderosas imágenes inéditas que este libro pone al alcance del lector. María Sabina nos ofrece la posibilidad de acercarnos a un personaje icónico en la cultura de la psicodelia --underground-- de los años sesenta a ochenta en México, a partir de las imágenes y los testimonios de Gusmano Cesaretti; ellos constituirán sin duda un nuevo punto de partida para conformar la imagen de quien fue la Chjota Chjine de Huautla de Jiménez.