El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
En Ágatas se aprecia lo que Antonio Santisteban ha retenido de la buena prosa narrativa. El empleo del párrafo como unidad discursiva a lo largo de una o varias estrofas. El manejo de un diálogo, no sólo convincente en el plano dramático, sino también en cuanto ingrediente que, junto con los hechos y la información necesarios, contribuye a la formación de ese átomo que es el evento y que, encadenado a otros, construye la trama de la acción en un cuento o una novela dignos de sus nombres. El relato le ha enseñado, por último a concentrar con precisión, o sea, a decir exactamente lo que pretende decir sin abandonarlo todo a la alusividad o a la sugerencia, dejándole al lector tal esfuerzo de suposición arruinando así su placer.