Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
El escritor Alberto Ruy Sánchez, conocido sobre todo por su trabajo narrativo - Los nombres al aire, En los labios del agua- ha realizado también una importante labor ensayística , en la cual combina la destreza del fabulador con el conocimiento y la imaginación del buen lector para trazar desde breves y agudos retratos - como los reunidos en Diálogos con mis fantasmas- hasta penetrantes trabajos de investigación - como su Introducción a Octavio Paz y Tristezas de la verdad: André Gide regresa de Rusia- En Cuatro escritores de rituales Ruy Sánchez - publicado anteriormente en Cuadernos de Malinalco (1977) - se aproxima a la literatura latinoamericana en la obra de Juan García Ponce, Álvaro Mutis, Severo Sarduy y Juan Rulfo de manera tan brillante como inteligente para mostrar la calidad de la escritura como un rito.