Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
A lo largo de toda su obra Enríquez ha unido al dramaturgo y al poeta. Su diálogo con el teatro del Siglo de Oro y con la generación del 27 llega a su plenitud en este texto donde las raíces de nuestro idioma se traducen a un lenguaje contemporáneo.