Desde la aparición de las primeras postales en el mundo en 1869, éstas adquirieron gran popularidad entre los viajeros y turistas como medio para intercambiar mensajes breves, saludos, recuerdos, declaraciones de amor o mensajes cifrados durante los conflictos bélicos. Ya a principios del siglo XX eran comunes las tarjetas impresas con grabados de artistas famosos que servían para transmitir saludos o felicitaciones entre la nobleza y los comerciantes. Circulaban también impresiones en serie ilustradas con filigranas barrocas, orlas, guirnaldas y angelotes, que se vendían en los comercios y en las que el comprador podía insertar su nombre, escrito a mano, en el lugar reservado para ello.