Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Édouard Henri Theophile Pingret nace en el crudo invierno de 1788 en la ciudad de Saint Quentin, Normandía; el medio familiar, compuesto principalmente por propietarios agrícolas, cuenta entre sus próximos al célebre general Pierre Cambronne y a ilustres notarios y magistrados normandos. Édouard revela dos capacidaades que desarrollará paralelamente durante toda su vida: las de promotor comercial y artista; en lo que toca a la segunda, su padre lo introduce al taller del pintor Louis David desde la edad de catorce años, y ahí sobresale rápidamente como aprendiz despierto y eficiente. Dos años después emprende un viaje a Italia del norte y se detiene en Roma en dos estancias posteriores, durante las cuales adquiere cierta destreza al frecuentar a algunos maestros de la Academia de San Lucas y hace amistad con los artistas becarios de la Villa Medicis.