Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
El arte contemporáneo de México está ligado al devenir artístico del siglo XX por las obras admirables de mujeres y hombres que no fueron testigos sino protoganistas de los cambios políticos y estéticos de su tiempo. Roberto Montenegro Nervo fue uno de ellos. Su búsqueda incesante de nuevas expresiones como pintor, litógrafo, grabador, ilustrador y escenógrafo, y su entusiasta participación en la vida cultural, en la promoción y gestoría, le otorgan un lugar privilegiado en la historia del arte mexicano. La obra de Montenegro pasa por los ojos del lector en este catálogo. Su diversidad logró conjugar lo clásico con la vanguardia, los murales con los retratos y el caballete. Además de pintor versátil, el artista mexicano fundó el primer museo de arte popular que existió en México. Esta publicación quizá no baste para revelar todas las aportaciones de Roberto Montenegro al ámbito artístico, sin embargo sí muestra de manera amplia la energía y elocuencia de su mirada creativa; asimismo, deja ver su habilidad para plasmar un universo inconfundible.