El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
En el cuentario Mexicanos por patria y provincia Marcovich descubre que, pese a que el universo se expande, cada vez hay menos espacio. Con sarcasmo y humor franco, sus personajes quieren vivir tranquilos, pero no los dejan. En estas páginas el lector encontrará viudas fascinantes, amigos esquizoides, narcos que han visto mucha televisión, militares que sirven para maldita la cosa, congresistas new age, jovenzuelas encantadoras, hombres solos y futbolistas típicamente atípicos. El tema de María y su inmaculada concepción tampoco escapa a su pluma, ni el de Dios y sus extrañas intenciones o el por qué México se singulariza por ser un país deliciosamente absurdo. Con casi cuarenta años de residencia en nuestro país, Gustavo Marcovich nos entrega en Mexicanos por patria y provincia una serie de cuentos que no sólo describen tipos locales, sino que se da el tiempo de tocar temas religiosos --abordados éstos desde una, digamos, teología humorística. Con toda seguridad la lectura del texto resultará del agrado de los lectores.