Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Con este libro de poesía, en náhuatl y español, Juan Hernández Ramírez obtuvo el Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Mexicanas 2006. El poemario rememora la visión del Anáhuac, cuyo pensamiento folosófico considera que los puntos cardinales eran siete y no cuatro. Inicia con Miauaxochitl, Espiga de maíz, la flor que da sustento al mexicano. El maíz es su carne, su sangre, su cuerpo. La espiga madura es alegría, música y vida. El poemario concluye con Cempoaixochitl, Flor de muerto: es una ofrenda a la muerte, luz solar que alumbra el camino el Miktlán, Lugar de los muertos.