El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
La globalización pone en riesgo las tradiciones y costumbres con las que nuestros ancestros prepararon sus alimentos, descubiertas a lo largo de los siglos; a pesar de las duras condiciones de vida que aquí prevalecen