Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Un extraño sueño
En una noche de verano, cuatro desdichados enamorados vagan por un bosque en las cercanías de la ciudad de Atenas. Ninguno de ellos se imagino que se encuentran en las tierras mágicas de Oberón, rey de los silfos, y de su orgullosa reina Titania. En el sitio pululan las hadas y los duendes. Uno de ellos, el desfachatado Puck, encanta a los personajes con una mágica flor roja. Así comienzan un turbulento embrollo pleno de bromas y hechicería.
La popular comedia de William Shakespeare, Sueño de una noche de verano, ha sido adaptada aquí por Barbara Kindermann, quien nos entrega una atractiva fábula que conduce a los lectores pequeños o grandes, al mágico mundo de las hadas, silfos y duendes. Almud Kunert ilustró el relato con luminosas imágenes de una belleza de ensueño. Una fantástica lectura, plena de mágicos detalles, que asombrará al lector.