El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Durante sus últimos años, Tomás Segovia, autor reacio a las entrevistas, dio sin embargo algunas memorables a sus ávidos interlocutores, la mayoría de ellos escritores y artistas, que sostuvieron un diálogo fructífero con él, y que en conjunto fueron una manera de "apalabrarse", de establecer un compromiso, un acuerdo, un entendimiento. Las principales reflexiones presentes en su obra --el oficio de poeta, el compromiso con la realidad, la ideología de la modernidad, el romanticismo como piedra de fundación, las contradicciones del mundo contemporáneo-- se dan cita en estas páginas como una manera de refrendar su vocación de ciudadano del mundo.