Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
En “La llama de aceite del dragón del papel” los personajes
no se cansan, nunca, de hurgar en los interiores de todo aquello considerado
como real. Son seres que interpretan sus
propias sensaciones de forma emotiva y, a veces, erudita. Que continúan vivos e incansables en la
búsqueda por conocer la ruta hacia otro mundo; un sitio que les es revelado a
través de la obra de Velázquez, de llamadas incesantes o senderos sin
dirección. Se mantienen en pie aun
cuando sospechan que es un camino infinito, como el lenguaje del orbe; pero no
pueden abandonarlo porque, como toda obsesión, es el origen de su propia
existencia.Daniel González Dueñas (ciudad de México, 1958) ha publicado
dos libros de poesía, “Apuntes para un retrato de Alejandra” (1987) y “Para
reconstruir a Galatea” (1989); una obra de teatro, “A lo mejor todavía” (1985);
la novela “Semejanza de juego” (1989), y el ensayo “Las visiones del hombre
invisible” (1988), entre otros. Además,
ha obtenido varios premios, como el de cuento San Luis Potosí, 1995, y el de
novela José Rubén Romero, 1987.