Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Aliento cuenta con prólogo de Antonio Colinas (Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2016), quien reconoce lo inquietante de esta publicación, no sólo por su aspecto formal sino por insertarse en una tradición que abreva en múltiples registros desde el Libro de Adán y Eva, el Poema de Gilgamesh, el suicidio de Safo, la poesía de Vallejo, el tiempo memorioso, entre otros para entramar una poética que anda tras la huella de lo vivido y que, a la par, en su dar testimonio abre la rendija hacia lo inasible.
Universo poético que no elude la escritura como un acto amoroso y que también habla de lo brotado en una de sus imágenes más emblemáticas: lo quemado, y de ahí el constante doblez de ser otro siendo el mismo: del roce del fuego al nudo primordial que provoca el viaje hasta alcanzar el vislumbre del lobo, que enmascara lo temible y que usurpa lo cotidiano.