Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
La Santa Inquisición acusa a Diego Torrente, vecino de San Felipe, de ser discípulo del diablo. Lorenzo Trujano, independentista de San Felipe del Obraje, es asesinado por el monstruo de un circo itinerante. Seres vivos y muertos se pasean por las calles, el jardín y el panteón de San Felipe del Progreso, un pueblo del Estado de México en el que Siara, una mujer de caoba, representa al tiempo desde que los mazahuas poblaron estas tierras hasta la actualidad, en las que sus habitantes están acostumbrados a vivir al borde de sucesos mágicos