Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Juan Vicente Melo cuenta las vidas ajenas, las inventadas como si fuera la propia. Y sobre este juego de suplantaciones, se levanta el eje en torno al cual gira mucho de su trabajo literario. Cualquier individuo, por simple hecho de serlo, nos representa a todos en ese espacio íntimo, recóndito y a la vez ingente, que resulta la interioridad humana. La realidad deviene en rito, en carnaval de pronombres intercambiables: yo, tú, él no son sino máscaras de unos predestinada escenografía denominada existencia.