El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Don Fernando mira. Mira por la ventana de la casa hacia el jardín, con los ojos abiertos de par en par, con los ojos entornados, con un solo ojo. Don Fernando es un misterio para sí mismo. Tiene la sensación de que ha perdido algo importante, pero no sabe qué. ¿Un calcetín con estrellas rojas y amarillas? ¿Un príncipe de papel? ¿Un minúsculo espejo? Si quieres saber lo que ha perdido don Fernando, debes leer muy despacio. Tan despacio que todo se calme a tu alrededor.