Blaise Pascal (1623-1662) hombre de su tiempo, concilió el estilo del pensamiento directo con el arte de una retorica persuasiva, que empleaba a un tiempo la paradoja, el asombro y la sorpresa. Esta caracterÃstica estarÃa presente por igual en los dos objetos de su estudio: las ciencias fÃsicas y la antropológica cristiana.
Lo cotidiano en su riqueza y alienación frente a una realidad contrastante, vertiginosa, incomprensible, que ofrece compensaciones de lucidez y gracia donde el viajero o el exiliado se modela a sí mismo en las diferencias. Así, el asombro y la conjetura surgen De cada uno de los cuentos de soledad. Piedra la fluidez intensa Ante la compañía en la fugacidad y las mentiras cómplices; un telefonema Intempestivo del otro lado del océano que entrega el círculo del tiempo (País costumbres, figuras de infancia y memoria que proyectan Certeza cruel y a la vez consuelo); el trance del suicida en un Balcón de Barcelona que advierte a una mujer que le observa y emite Su nombre; los amantes complementarios en los equívocos importantes abiertos o incertidumbre de la vigilia