Roma, año 30 d.C. Tiberio es Emperador. El senador Attio ha sido asesinado en su villa y las sospechas recaen sobre su hijo adoptivo de diecisiete años. Mesala, ayudado por Herodes, Calígula, Claudio, un grupo de cómicos y parte de la familia imperial, inicia las pesquisas para demostrar su inocencia y dar con el asesino. Su corazón, repartido entre dos muchachas, añade elementos de desasosiego.