El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
En el siglo XIX nadie sospechaba que reptiles gigantes poblaron la Tierra durante millones de años, antes de que aparecieran los primeros homínidos. Por eso, cuando comenzaron a descubrir huesos enormes y dientes de tamaño terrorífico, los sabios hicieron todo por acomodar los nuevos datos a sus antiguas concepciones. Los chinos pensaron que eran dragones, los ingleses que eran los monstruos míticos de la Biblia. Poco a poco las evidencias se impusieron: en la Tierra existió una "era de reptiles" a los que se le dio el nombre de "dinosaurios". "Todo comienza en el siglo XIX, cuando unos científicos ingleses se interesan en un diente de tamaño poco común."