El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Cada día nos relacionamos más con los medios técnicos que expresan el uso ordenado y sistematizado de todo cuanto nos rodea. Esto, por supuesto, es una respuesta del proceso histórico que ha sufrido la humanidad, pero también es un proceso cultural que establece uniones entre los seres humanos y los aspectos sociales, naturales, materiales y simbólicos