Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
La novela narra las aventuras y desventuras de un perro lobo llamado Colmillo Blanco desde que es un cachorro, viviendo en la duras tierras de Canadá, hasta convertirse en perro de peleas, pasando por su estancia en una tribu de nativos americanos. El lector vive toda la historia a través de los ojos de Colmillo Blanco, lo que da a la novela un punto muy interesante, ya que nos hace sentir que estamos en la piel del propio perro lobo. Y como podrás entender, un lobo no tiene fama de tranquilo, así que muchas escenas son un tanto sangrientas y poco adecuadas para estómagos sensibles.