Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
En sus viajes por todo el país, el sabio Confucio
arrastró tras de sí a unos 3000 discípulos, que se
encargaron de redactar sus diálogos con el Maestro
y propagar sus ideas por toda Asia.