En 1797 aaprecio en Holanda La nueva Justine o las desgracias de la virtud, seguida de la historia de Juliette, su hermana, Escrita por Donatien Alphonse Frocoise de Sade, esta monumental obra horrorizo al mundo como ninguna otra historia de la literatrura.
Todo hombre anhela a una mujer. Sólo a una: la verdadera, la única, la diosa. Él, periodista latinoamericano de apellido Talbek y Luciano de nombre, dispara con tinta hasta convertirse en actor de la propia escena que pareció haber imaginado. Desirée lo seduce en cátedra, se trasluce por el vino y lo acompaña en una irrefrenada marcha por el dédalo se su ser social. Los documentos corren de ministerio en ministerio; artículo tras artículo se ascienden en espiral que cambia de persona. Talbek es Luciano que habla, que se habla, que nos habla siempre observado por una incrédula mirada que lo mira y que nos mira.