Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
El papel nos enfrenta, desde las primeras letras, a un
diálogo callado y solitario con nosotros mismos. Cuadriculado para las operaciones
matemáticas; pautado para que en él se
posen las notas como aves; blanco, para enfrentarnos al horro y el placer del
vacío. El papel vacío defendido por la
blancura, como exigía Stéphane Mallarmé.
De la elección del lado oscuro o luminoso de la fuerza depende el
destino que demos al papel, el homenaje que rindamos al utilizar esa invención
que forma parte esencial de nuestra vida.