El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Alain Touraine expone una respuesta a la siguiente interrogante: ¿Qué contenido positivo podemos dar a una idea democrática que no puede reducirse a un conjunto de garantías contra el poder autoritario? Esta cuestión se impone a la filosofía política, pero también a acciones concreta, como procurar combinar la ley de la mayoría con el respeto a las minorías o lograr la inserción de los inmigrantes en una población.