Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Si la Revolución Mexicana necesitara un salvoconducto, alguna justificación, éste llevaría el nombre de José Vasconcelos, Fundador de instituciones, revolucionario de la primera hora, Vasconcelos es un nuevo tipo de hombre, de mexicano, que a pesar de sus resquemores contra lairresistible nación allende el Bravo, parece salido de su silabario individualista. Enamorado de la vida y la litaratura, de la belleza y de la filosofía, de la esperanza que naturalmente le brindan nuestras Américas, Vasconcelos es un imprescindible de nuestra literatura.