El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Nunca antes en la historia de la humanidad tantos han descreído tanto. Muchos de los hombres y mujeres del siglo XXI no creen en el reino de los cielos, ni en una sociedad utópica por la que valga la pena luchar, se rija por la ideología que sea. Miran con resignación el capitalismo global y consumista en el que les ha tocado vivir y observan con preocupación cómo la familia, el amor y el trabajo no constituyen ya las piedras sólidas con las que sus abuelos construyeron su identidad.