Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Siglo XII. Mencía va a trabajar con doña Cristina Rodríguez, una de las hijas de Rodrigo Díaz de Vivar. Mencía es fuerte y dispuesta, aunque tiene un pequeño defecto: ha aprendido a leer y escribir. Sin embargo, ese defecto le va a venir muy bien a doña Cristina, pues necesita un escribiente que plasme las hazañas de su padre, el Cid Campeador.