El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
El conocimiento del porvenir ha sido para el ser humano una necesidad espiritual, cuyo sentido no se ha perdido del todo. Lo que Raymond Bloch nos dice sobre la adivinación en la antigua Grecia, Etruria y Roma viene a esclarecer creencias populares que subsisten en numerosas culturas, pues el hombre de hoy, como el de ayer, sigue buscando vanamente las señales de su destino.