Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Tras el golpe de Estado de Napoleón III, Victor Hugo marchó al exilio junto a su familia. En 1853, durante su estancia en la isla británica de Jersey, su hijo menor se dedicó a traducir las obras de Shakespeare, y él se encargó de prologarlas. Pero lo que empezó siendo un simple prólogo creció hasta convertirse en un ensayo