Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Este libro a ratos desternillante finge ser un ataque contra la lectura y en realidad es un elogio de los libros y las gentes del libro y los lectores. Está escrito con finísima ironía, y nos cuenta, por ejemplo, que los que leen se vuelven feos, miopes y calvos y que ese vicio les conduce los abismos de la pedantería, la misantropía, el esnobismo, y la locura. Todo ello con una pasmosa erudición. Manuel Rivas escribió sobre este libro, cuando salió en francés Creo que se debería traducir y distribuir gratuitamente el libro de Pierre Ménard. Porque finalmente es un genial elogio de la lectura.