Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Este libro se adentra valientemente en el complejo universo del trabajo con familias en las que existe violencia y abuso sexual. A través de una colección de historias, ensayos y casos reales sobre el amor y sobre cómo enseñar a amar y a practicar el amor, la autora explora el dilema entre amor y violencia y restituye a la terapia sus valores morales, reavivando así una polémica que sin duda resultará provechosa para la materia en cuestión. Con elegante simplicidad, el libro desarrolla una serie de directrices que no sólo ayudan a las familias a curarse, sino que también abarcan la dimensión espiritual que debe formar parte de ese proceso curativo. El resultado es un texto invariablemente sistémico que consigue llevar la cordura al enloquecido frenesí que forma parte del abuso sexual; una obra osada y a la vez amable, en la que una terapeuta brillantemente creativa nos conduce con coraje por un territorio minado y hace que esa peligrosa travesía sea al mismo tiempo iluminadora y optimista. El libro, sin duda, suscitará la crítica de algunos y el aplauso de otros, así como ambas cosas en muchos de sus lectores, pero lo que nadie le negará es su capacidad pionera e innovadora.