Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Al revelar el plan secreto del Vaticano para asesinar a Hitler, Iglesia de espías echa abajo las acusaciones de que la Iglesia católica permaneció impasible ante el Holocausto nazi. Nada más lejos de la pasividad que la arriesgada actuación del papa Pío XII, que gracias al apoyo de católicos alemanes como Josef Müller y miembros del ejército alemán como Wilhelm Canaris y Hans Oster, logró coordinar una serie de atentados que, aunque fallidos, no solo darían cohesión a los disidentes del régimen sino que terminarían por debilitar la confianza del Führer. El experto en Inteligencia del Vaticano, Mark Riebling, logra así tejer una red de acontecimientos que se desenvuelven en medio de riesgo e intriga propios de una novela de espionaje.