Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Antes de ser elevada por el cine a uno de los puestos privilegiados del imaginario del siglo XX la leyenda del vampiro que prolonga su existencia a costa de la sangre de sus víctimas tuvo que alcanzar una formulacion literaria que aglutinara el cumulo de elementos dispersos de la leyenda y la imaginacion popular asi como sus propios precedentes literarios El irlandes Bram Stoker 1847 1912 supo sintetizar en Drácula 1897 de forma inigualable varias de las mas profundas pulsiones del ser humano la vida la muerte la sexualidad en sus mas diversas y ambiguas manifestaciones como el bien y el mal, la luz y las tinieblas, la entrega no deseada pero irresistible para alumbrar este relato fascinante que es ya un clasico indiscutible de la literatura de terror Traducción de Francisco Torres Oliver