Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Porfirio Díaz se embarca en el Ypiranga y desde Europa observa al país desangrarse. Atrás han quedado las victorias en la Intervención francesa, las fiestas del Centenario y la severidad del "mátenlos en caliente". Para el viejo general no hay realidad más ingrata: levantó una nación que parecía un animal incivilizado; le trajo la calma, el orden, el ferrocarril, el petróleo y la modernidad, pero México le dio la espalda y lamenta que su cuerpo ya no sea capaz de dar una nueva guerra. La memoria y el tiempo lo consumen pero la claridad de los recuerdos no lo abandona ni le impide volver a