Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Federico García Lorca dirigió La Barraca, experiencia teatral decisiva para la escena española. Desde 1918, cuando publicó su primer libro, hasta su muerte, no dejó nunca de componer versos y escribir teatro. Austral presenta en este volumen Bodas de sangre, ejemplo esencial de su obra dramática en el que construye una tragedia cargada de lirismo y de elementos simbólicos a partir de un hecho real, de una pequeña noticia del periódico. Escenifica, en prosa y en verso, la crónica llena de presagios de una pasión, de la lucha por una mujer que lleva hasta la muerte a los dos rivales.
Quien fuera director de la Real Academia Española, Fernando Lázaro Carreter, analiza en su Introducción la génesis de la tragedia y su posición en la obra de Lorca, desvelando su simbología y su significación última: «Es la mujer la figura en que se anuda el hilo conductor de la tragedia: los hombres son simples contrapuntos, motivos externos de la pasión de las mujeres.»