Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
La muerte de la madre en un accidente obliga a sus hijos, la Rucia y el Indio, a regresar a su país de origen después de años de exilio para lanzar sus cenizas al río Mapocho. La Rucia poco recuerda de Santiago de Chile, pero es desde su barrio donde puede contar su relato que es a la vez la historia de Chile, de los esclavos que construyen un puente ordenado por el mismísimo diablo, del militar mapuche decapitado que regresa a la Plaza de Armas como símbolo de lucha, de las poblaciones quemadas por los militares pinochetistas, del padre ausente y del historiador suicida.