Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
¿Por qué el monstruo de la intolerancia habitó en el fango de las cavernas ocupadas por los primeros cristianos? ¿Por qué de estas cloacas en donde se alimentaban pasó a las escuelas de Alejandría, donde estos medio cristianos y medio judíos enseñaban? ¿Por qué se instaló tan rápidamente en las cátedras episcopales y se sentó en el trono junto a los reyes que se vieron obligados a hacerle lugar, y que muchas veces fueron precipitados por él desde lo alto de sus propios tronos? Antes de que este monstruo naciese, no habían existido guerras religiosas sobre la tierra, ni tampoco querellas sobre el culto. Nada es tan cierto; los más destacados impostores que escriben en contra de la tolerancia no deberían atreverse jamás a cuestionar esta verdad.