Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
A sus cuarenta años, la doctora Weiss comprendió que la literatura le había destrozado la vida. Ruth Weiss es una profesora universitaria inteligente y solitaria que se ha especializado en los personajes femeninos de Balzac, en los que intenta ver reflejos de su propia vida. Hija única de una actriz de teatro un poco hipocondríaca; y un bibliófilo y librero de viejo con muy poco talento para el comercio, su precoz afición a la literatura la llevó a pensar que en las grandes novelas se encontraba la verdadera medida del mundo. Pero ahora, cuando vuélvela mirada hacia el pasado, su infancia en Londres y sus años universitarios en París, piensa que, en realidad, quizá estaba equivocada y talvez sería mejor volver a empezar. Anita Brookner traza una novela lúcida, irónica y tierna sobre la contradicción entre las aspiraciones de una joven embelesada por la literatura y una vida que siempre termina siendo más prosaica de como la imaginamos