Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
El caso de la escritora inglesa Emily Brontee es verdaderamente excepcional dentro de la literatura. Falleció muy joven, dejando tan sólo una novela, Cumbres borrascosas, la épica historia de Catherine y Heathcliff, situada en los sombríos y desolados páramos de Yorkshire, constituye una asombrosa visión metafísica del destino, la obsesión, la pasión y la venganza. Publicada por primera vez en 1847, un año antes de morir su autora, esta obra rompía por completo con los cánones del decoro que la Inglaterra victoriana exigía a toda novela. Esta obra es una larga y extraordinaria descripción de los actos y problemas psicológicos de unos seres locos o perversos que arrastran una existencia mísera y maléfica. Con ellos, su autora nos ofrece una visión de estos personajes que actúan demoniacamente por aridez protestante que se diluye en todas y en cada una de sus páginas.