El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Entretenido desde la página uno, no es solo una novela de aventuras, de ciencia ficción (que lo es, y de las buenas), sino también una reflexión sobre el ejercicio del poder, sobre el avance de los populismos que, a la izquierda o a la derecha, tienen tanto que ver entre sí, y están poniendo el mundo de vuelta y media.