Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Un actor de comedia, acompañado de su perro, convierte el pequeño teatro donde actúa en un lugar fantástico, gracias a distintos paisajes hechos con luces y sombras que proyecta sobre el escenario. La imaginación, acompañada de la música, las acrobacias y la danza, atraparán a los espectadores -dentro y fuera del libro-, quienes encontrarán en las ilustraciones de Marco Chamarro referencias al estilo de Van Gogh, Klee y Klimt.