Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Escrito entre la ternura fraternal y la tristeza continua, la admiración íntegra y un cruel resentimiento, El don de la noche es un largo poema de una sinceridad descarnada, cuyos versos, en buen número de momentos son golpes certeros al rostro, al pecho, al corazón, al alma. El libro se complementa con excelentes poemas sobre el amor en la vejez, que son de una mordacidad sin concesiones, donde ni marido ni esposa sale ninguno bien parado. Agradezcamos que Coco haya tenido el valor de escribir y publicar estas joyas tóxicas, estas espléndidas flores marchitas.