El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Un hotel es un lugar de paso. Hay, sin embargo, habitaciones que se rentan por hora. Las historias que se encuntran en este libro ocurren en esos sitios. Lugares de tránsito en los que cabe cualquier perversión, cualquier secreto, culaquier clase de amor; en los que la ley y el tiempo son otros, y una cama puede tornarse un ataúd o el punto sin retorno de un sueño dorado o de la peor pesadilla.